Para sorpresa de nadie (con excepción de Businessweek), un reportaje ha confirmado estadísticamente que Silicon Valley, la capital mundial de los programadores de código, es también una de las capitales de consumo de marihuana medicinal. El estereotipo del "pot-head" desempleado escuchando reggae en el sótano de sus padres en realidad debe ser sustituido por el de un coder que pasa 15 horas al día, muchas de ellas bebiendo toffee de chocolate con infusión de marihuana.
En la zona de San Jose, descrita por Businessweek como "la capital de la marihuana medicinal en Bay Area", se encuentran 106 dispensarios de hierba; una oferta importante si tomamos en cuenta que en la ciudad de 177 millas cuadradas habitan 967 mil personas. El Pallative Health Center es uno de tales dispensarios; uno de sus empleados considera que los trabajadores de compañías de tecnología suman alrededor del 40% de los consumidores.
Y es que compañías como Cisco Systems, Google, Adobe Systems, eBay y Apple no parecen tener restricciones a respecto de que sus trabajadores consuman marihuana "medicinal" para soportar las largas y demandantes horas de trabajo. El método de consumo preferido es mediante una infusión dulce la cual, según un ejecutivo de otro dispensario, "no te da el high o la sensación de intoxicación que típicamente te da mucha de la cannabis medicinal. Aquellos que están haciendo código por 15 horas al día con las manos adoloridas prefieren este producto, que les permite tener claridad mental y aliviarse del dolor."
A pesar de que compañías como Cisco y Adobe tienen políticas que prohiben el uso de marihuana y otras sustancias entre sus empleados, ninguna tiene un programa de control para nuevos empleados ni realiza pruebas para identificar usuarios. Esto crea un área gris donde lo prohibido puede hacerse discretamente.
La discusión podría abordarse así: ¿el uso de cualquier sustancia que te permita trabajar mejor es un beneficio para ti o, en cambio, es una estrategia del capital para crear individuos eficientes que cumplan con las demandantes expectativas laborales de un mercado sumamente codiciado? La moneda está en el aire--volando, literalmente.