En las últimas semanas la agenda ‘mexicana’ ha sido tomada por un tema que pocos entendemos, aunque muchos intuimos su particular relevancia. Ante esta situación qué mejor que acercarnos a aquellos que realmente pueden destilar el panorama y hacerlo accesible a la mayoría de nosotros.
De acuerdo con esta premisa buscamos al Dr. Raúl Trejo Delabre, quien además de ser un reconocido experto en el tema de las telecomunicaciones en México, también ha sido un activo partícipe en pro de mejorar la situación.
Para Raúl Trejo, cuando hablamos de medios de comunicación y telecomunicaciones debemos entender que hoy son lo mismo, pues la telefonía y la televisión utilizan los mismos soportes para su difusión: el espectro radioeléctrico –que básicamente se refiere a ese espacio alojado en la atmósfera. Este espacio es quizá explica, el recurso natural más cotizadodel mundo, porque es finito. Tiene qué haber un estado que le administre, venda y alquile caro.
Resulta fundamental entender que con la polémica reforma en telecomunicaciones está en juego sobre todo la posibilidad de que el Estado acote el poder desmedido que han alcanzado las televisoras y, en otro terreno, las empresas del Grupo Carso, de Carlos Slim, en opinión del también miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
La pluralidad en la televisión, la regulación y la calidad en los servicios han sido históricamente mermados por las prácticas y el ‘ventajismo’ del que gozan dichas empresas. Por otro lado, estamos ante la oportunidad de replantear el tablero de juego en las telecomunicaciones en México, pues pronto el escenario estará completamente abrazado por la era digital. “Los dos grandes temas en medios de comunicación son la concentración y las ventajas de la digitalización”.
A continuación presentamos un recorrido por algunos de los aspectos más relevantes de las telecomunicaciones en México, ejercicio que seguramente podrá ser también útil para lectores cuyos países de origen, se encuentran en situaciones similares a la mexicana.
La concentración de los medios en México y la falta de regulación
Históricamente los medios en México, al igual que en muchos otros países, han estado concentrados en un puñado de empresarios. Pero en el caso mexicano, en lugar de que con el tiempo se diseñara un modelo que favoreciera el surgimiento de nuevos actores, los privilegiados originales aprovecharon, y promovieron, la falta de regulación. Y sus pactos con los gobiernos en curso, traducidos en una nula disposición de las autoridades para abrir la competencia, les permitieron enrocarse en sus tronos mediáticos, controlando plácidamente televisoras, radiodifusoras, telefónicas, etc.
“El hecho de que pocas empresas tengan un mercado de este tamaño- Televisa, TV Azteca y Telmex- les da mucho poder, son actores políticos” advierte Trejo Delabre. Uno de los problemas es que la concentración permite que unas cuantas empresas adquieran un poder tal, que incluso el gobierno se siente intimidado.
Resulta evidente que hoy en día México necesita de un agente gubernamental que controle las tarifas de los servicios ya que esto no existe en nuestro país, en pocas palabras, uno de los peores enemigos de la actual situación es una anacrónica falta de regulación –que consecuentemente impide la posibilidad de que distintas empresas compitan por el mercado–.
La falta de competencia conlleva múltiples consecuencias negativas para los consumidores (es decir para nosotros, la ciudadanía). Entre ellas podemos mencionar: servicios poco eficientes, tarifas excesivas, falta de opciones, y baja calidad en productos (contenidos).
“Las telecomunicaciones y medios en México se definen por su gran concentración, aquí no solo son pocas (cadenas) sino son dos en TV y una en telefonía.” En países como España, por ejemplo, existen 23 canales de TV abierta, en Francia 14 y en el Reino Unido 28, según un estudio sobre el mercado de TV abierta en México hecho por el CIDE.“Estamos en el peor escenario, no hay regulación del estado y no hay competencia”.
Actualmente en nuestro país más de la mitad de los hogares ostentan algún tipo de acceso a TVde paga. Televisa en los últimos dos años ha pasado del 30 al 80% en este mercado. “Televisa y Tv Azteca no pagan nada por las concesiones que les dieron porque nadie les ha cobrado. En México las concesiones, salvo en una ocasión, se han asignado de manera gratuita” –nadie les cobró porque en el tiempo en que se asignaron las primeras concesiones nadie más quería invertir.
En cuanto al precio de los servicios, por ejemplo, datos del Banco Mundial señalan que las tarifas de la telefonía móvil y fija en México duplican el promedio mundial. Mensualmente en telefonía residencial un hogar gasta aproximadamente 22 dólares, mientras que en telefonía móvil un usuario gasta en promedio 15 dólares. En Latinoamérica y el Caribe un hogar gasta en telefonía fija menos de la mitad, 10 dólares, y 9 en telefonía móvil. En el este de Asia la relación de gasto es de solo 4.5 dólares mensuales en telefonía fija y 5 en celular.
En el caso de la banda ancha, los que tienen la red más amplia (Telmex, antiguamente una empresa estatal que en 1990 el gobierno de Carlos Salinas vendió a Carlos Slim, venta que incluyó toda la infraestructura telefónica existente) son los que controlan los precios, el acceso y la interconexión.
Digitalización
”El formato digital es la conversión a unos y ceros de contenidos que antes usaban otro tipo de lenguaje y que abarcaban “más” en el espacio radioeléctrico.” Con la llegada de ‘lo digital’, un espacio originalmente ‘pequeño’ se puede aprovechar de mucho mejor manera, pues la transmisión de datos se comprime significativamente –además de que la señal resultante es de mejor calidad. Por lo tanto, donde antes cabían pocas señales ahora caben muchas más.
La digitalización permite que en el espacio de un solo canal tradicional de televisión abierta, ahora se puedan albergar hasta tres canales distintos (uno de alta definición, y uno o dos más de menor definición). Además, la frecuencia digital también puede transmitirse vía un cable de fibra óptica –gracias a esta compresión de la señal–. “El cable, que antes servía nada más para las señales de teléfono, hoy, si es de fibra óptica, puede proveer internet y televisión.”
El Dr. Trejo Delabre explica que las televisoras no tienen prisa para la transición digital, ya que hacen muy buen negocio mediante la señal analógica. Estas empresas saben además que la entrada de la digitalización significará competencia, pues implica la posibilidad de que hayan más canales.
Gracias a la transición digital –que concluirá en 2016- habrán más canales. Pero la gran pregunta, según Trejo, es: ¿Quién se quedará con los canales adicionales que se desocupen del espacio que antes utilizaba televisa? “Hoy no hay reglas de uso para los proveedores de televisión que ya tienen su canal. En ausencia de estas, lo están utilizando como ellos quieren y están transmitiendo más canales por los espacios que sobran. Es lo que llaman multiprogramación: que en donde había un canal haya varios”.
[caption id="attachment_58060" align="alignright" width="300"]En síntesis, para que México pueda aprovechar óptimamente la era digital, es fundamental que antes defina con claridad un marco legal que regule, organice, y delimite el mercado de las telecomunicaciones.
Reforma en Telecomunicaciones
El pasado 21 de marzo, la cámara de diputados aprobó en general la reforma en telecomunicaciones propuesta por el Pacto por México. Aún falta la aprobación del Senado. A pesar de que especialistas coinciden en que se trata de una reforma positiva, existen críticas por parte de la izquierda, como la del diputado perredista Carlos Reyes Gámiz, quien afirma que esta no beneficiará a sectores importantes de la sociedad, como lo evidencia la falta de concesiones para comunidades indígenas. También se criticó que los diputados del PAN-PRI-PRD evitaran debatir 92 reservas y decidieran desecharlas. Después de más de ocho horas de discusión, la reforma fue aprobada en la madrugada.
Para diversos especialistas lo esencial será que la reglamentación de la reforma no desvirtúe sus rasgos más importantes. Y sobre todo, que el nuevo órgano regulador tenga la autoridad suficiente para controlar un complejo ambiente, plagado de intereses corporativos e incesantes cabildeos. Habremos de estar atentos como ciudadanía para vigilar que los senadores “velen” por nuestros intereses, por encima de las agendas que defienden las grandes empresas involucradas. A fin de cuentas, como bien señala el Dr. Trejo Delabre: “históricamente han querido hacernos creer que se trata de un tema complejo, pero no lo es”.
Twitter del autor: @anapauladelatd