Estar solo y sentirse bien es un arte. Probablemente muchos rehuyen de la soledad porque ésta implica estar consigo mismo, reflexionar y conocerse.
Los oficios creativos requieren soledad; en el caso particular de la escritura, es necesaria para estimular el pensamiento y fijarlo en la redacción.
Henry David Thoreau dijo “en la medida en que alguien simplifique su vida, las leyes del universo parecerán menos complejas, y la soledad no será soledad”.
El escritor estadounidense Don DeLillo afirmó que “un escritor toma serias medidas para asegurar su soledad y luego encuentra la forma infinita de despilfarrarla”.
En esta etapa de las comunicaciones pareciera que estamos obligados a la compañía, no sólo presencial sino también virtual. Si la verdadera soledad implica reflexión, habría que revalorarla.
En este video, se pide al cineasta Andrei Tarkovsky, que aconseje a los jóvenes. Esto fue lo que respondió:
“No sé, creo que me gustaría decir solamente que deberían saber más sobre estar solos y tratar de pasar el mayor tiempo posible consigo mismos. Me parece que una de las fallas de los jóvenes es que intentan reunirse alrededor de eventos que son ruidosos, casi agresivos. En mi opinión, este deseo de reunirse para no sentirse solos es un síntoma desafortunado. Cada persona necesita aprender desde la infancia cómo pasar tiempo con uno mismo. Eso no significa que uno deba ser solitario pero no debería aburrirse cuando está solo porque la gente que se aburre de sí misma, para mí, parece estar en peligro, en cuanto a autoestima se trata”.
Compartimos a continuación el fragmento del documental A Poet in Cinema en el que Tarkovsky habla sobre los jóvenes: