La encantadora música de Claude Debussy en una de sus manifestaciones más sobresalientes, el Preludio a la siesta de un fauno, animada por una máquina de música visual, es un tentempie irresistible para esta tarde sabatina, languidez onírica entrecortada por fuertes paisajes ferales. La animación es un pretexto, un flujo para acompañar un estado de revuelo hipnagógico y deslizarse entre las gotas de colores en la oscuridad. Un proceso de sinestesia digital.
Debusy compuso esta pieza basándose en poema bucólico de Mallarme que fuera ilustrado por Manet. La composición muestra un giro en la obra de Debussy, dejándose llevar por la impresión que le dejó el poema de Mallarme e innovando en el uso de los instrumentos.