Personas homosexuales viven con menos estrés que los heterosexuales

Algunos de los valores que más se privilegian en nuestra época es la autenticidad, la sinceridad, la congruencia, todos ellos afines entre sí y que, cuando surgen de la propia persona, cuando el individuo los adopta como parámetros que orientan su actuar, entonces estos se reflejan en lo que piensa, dice y hace, otorgando a sus acciones en el mundo un sello inconfundible.

Pero más allá de estas elucubraciones, hay por lo menos una situación en que esto trasciende la retórica y encuentra manifestación palpable en la vida diaria: ese momento en que una persona homosexual decide dar a conocer públicamente su orientación, especialmente entre aquellas personas que por prejuicios de tipo social mantienen un tipo de animadversión hacia dicha conducta. Quienes, pese a todo, deciden vivir abiertamente su elección sexual, viven menos estresados, según un estudio reciente realizado en el Centro de Estudios sobre Estrés Humano, ubicado en Canadá.

En colaboración con otros colegas, Sonia Lupien, directora de la susodicha institución, dio a 87 voluntarios un cuestionario cuyas respuestas evidenciarían su situación anímica en relación con estados emocionales como la depresión, la ansiedad y la angustia. De los participantes, 46 personas eran lesbianas, gays o bisexuales y 41 heterosexuales. Asimismo, todos ofrecieron muestras de sangre, orina y saliva en distintos momentos durante 48 horas, en las cuales se midieron los niveles de cortisol, insulina, adrenalina y otros bioindicadores relacionados con el bienestar corporal.

Según los resultados, en general las personas homosexuales y bisexuales mostraron menos síntomas de depresión que las heterosexuales, así como menores niveles matutinos de cortisol, sustancia que produce nuestro organismo cuando se encuentra tenso.

Sin embargo, si se introduce la variable del género, las cosas cambian un poco, al menos para las mujeres, pues las lesbianas y bisexuales sufren de síntomas mucho más marcados de depresión y ansiedad que las heterosexuales. No así en el caso de los hombres, entre quienes los homosexuales parecen vivir menos estresados que su contraparte.

Como explicación a este fenómeno otro investigador, Robert-Paul Juster, piensa que, en el género masculino, esto pueda deberse a la tendencia conductual de los hombres gay de enfocarse en la delgadez y la musculatura de sus cuerpos, esto es, en mantener una dieta saludable y ejercitarse físicamente, pero igualmente Juster habla de las consecuencias de salud que genera la “intolerancia social” para con los homosexuales, en especial en medio de un proceso personal de autoaceptación.

Cabe mencionar que, en el caso del estudio realizado por Lupien, los investigadores son claros en la limitación de sus resultados a la muestra de individuos tomada en Montreal.

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