El género distópico tuvo en el siglo XX expresiones refinadas en diversas disciplinas artísticas, destacando sobre todo la literatura y el cine. Dentro de este, una de las creaciones más tempranas fue Metrópolis, la joya del llamado expresionismo alemán dirigida por Fritz Lang en 1927 y que tanto en su tiempo como en épocas posteriores se consideró un tanto polémica, en vista de la importancia que Lang dio a la clase obrera, el proletariado que en la primera mitad del siglo tuvo una importancia capital en los procesos sociales europeos.
Pero incluso sin tener en cuenta estas circunstancias, el largometraje tiene un valor en sí mismo dentro de la historia del cine, una suerte de punto de arranque que se ahijó otras creaciones fílmicas.
De entre los muchos detalles a destacar, cabe resaltar el uso de la arquitectura, la luz, los símbolos (notablemente los relacionados con los arquetipos bíblicos) y la música, compuesta por Gottfried Huppertz con influencias de Wagner y Richard Strauss.
Metrópolis conoció hace un par de años una de sus últimas restauraciones, luego de que en 2008 se encontrara una copia con fragmentos que se creían perdidos.