Esto, sin embargo, puede tomar expresiones curiosas, como la ocurrida en el zoológico de Sevilla, donde una chimpancé hembra ha incurrido en una conducta que, si se tratase de una mujer, sin duda sería calificada de patológica, pues según sus cuidadores se ha vuelto adicta a la porno gay destinada al público masculino.
Al parecer esto se debió a un accidente del personal del lugar, que introdujeron un televisor en la jaula de Gina (ese es el nombre de la chimpancé) con el fin de estimularla física y piscológicamente. Además del aparato, el animal también recibió el control remoto, con el cual podía elegir a voluntad la programación que deseaba ver.
Gina entendió en muy poco tiempo el funcionamiento del televisor, pero lo verdaderamente sorprendente es que desarrolló una inclinación especial por el canal de porno, particularmente donde se transmiten películas de hombres musculosos y miembros prominentes.
Así, como sugiere Pablo Herreros en el diario español El Mundo, parece clara importancia que el sexo tiene en los intelectos avanzados de los primates, su trascendencia como potencia vital ligada a una manera sofisticada de entender el mundo.
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[El Mundo]