Esta versión, sumamente popular en los países anglófonos, es la que han tomado los editores de The Queen James Bible, que, dicen, toma su nombre por la fama homosexual que el rey James tuvo en vida, los muchos amantes hombres que tuvo y por lo cual ya en su época se le adjudicó dicho mote, “Queen James”.
Cabe resaltar que el objetivo de esta edición no es manipular el texto bíblico para justificar la homosexualidad, pero tampoco para denostarla gratuitamente. “Hemos editado la Biblia para prevenir interpretaciones homofóbicas”, dicen claramente los editores.
La Queen James intenta sortear esos pasajes o palabras difíciles que por diversas circunstancias abren la posibilidad de dar sustento a actitudes violentas para con la comunidad homosexual. Como sabemos, la Biblia es una suma de textos escritos en distintas épocas, algunas sumamente remotas, en idiomas que en poco o nada pueden equipararse a los que hablamos actualmente, en regiones con costumbres y valores específicos de cada época, con traducciones realizadas después que introdujeron sutiles pero decisivos cambios en los textos (de ahí que, en otro sentido, este libro tenga consigo una amplia tradición exegética e interpretativa, sea el ejemplo por antonomasia de los límites y las imposibilidades que residen en el corazón del lenguaje).
Por poner un ejemplo, los editores recalan en la palabra “abominación”, frecuente sobre todo en el Antiguo Testamento, para sustituirla por otras que carezcan de esa carga negativa que posee actualmente y que originalmente no tenía (en hebreo, abominación se encuentra más cercana a términos como “escandaloso” e incluso “tabú”, dependiendo del contexto).
Para más información, recomendamos consultar la nota de los editores, donde se explica con más detalle las características de esta Queen James Bible.