Tras cinco años de investigación y luego de recorrer minuciosamente más de 1,500 kilómetros de desierto, miembros del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad Bristol, confirmaron el descubrimiento de un laberinto circular en la zona donde se ubican las famosas Líneas de Nazca, en Perú –ubicadas a unos 400 kilómetros de Lima–.
Recorrer el misterioso trazo de este geoglifo, que mide más de cuatro kilómetros y fue creado hace entre 1,500 y 2,000 años, le tomaría a una persona alrededor de una hora. "El laberinto probablemente fue construido a mediados de los 800 años que duró el periodo Nazca, alrededor del 500 d.C. A diferencia de algunas de las más famosas figuras zoomorfas, la forma irregular del laberinto sugiere que no fue pensado para que pudiera percibirse desde el aire, sino para experimentarse desde adentro. Fue diseñado para ser caminado" afirma Clive Ruggles, investigador de la Universidad de Leicester.
Hasta ahora se desconoce con precisión la función de este laberinto, sin embargo en múltiples culturas se utilizaron este tipo de figuras con motivos místicos –por ejemplo, las catedrales góticas del norte de Francia albergaban laberintos destinados a consumar el momento final de las largas peregrinaciones que los feligreses completaban–. Lo que hasta ahora es evidente para los arqueólogos es que este geoglifo cumplía con una función distinta al resto de trazos que han hecho de esta región, Nazca, un lugar mundialmente famoso.