El afán de expansión se encuentra inscrito en el código esencial del ser humano, de ahí que no parezca sorprendente y sí, por el contrario, previsible, que en la época actual, con los recursos desarrollados, el universo se presente como el siguiente territorio a conquistar.
Sin embargo, en este caso las dificultades son, por decir lo menos, mayúsculas. Lo que conocemos hasta ahora del cosmos, no es muy alentador para emprender seriamente dicho proyecto. Ningún lugar como el hogar: ningún planeta que presente condiciones idénticas a las que en la Tierra hacen posible nuestra supervivencia. Temperaturas extremas, atmósferas irrespirables, violentas superficies volcánicas, son solo algunas de las características más amables que parecen ser la norma fuera de nuestras fronteras.
La exploración espacial ha confirmado la existencia de por lo menos 80 exoplanetas, es decir, cuerpos fuera de nuestro sistema solar que, por sus características, pueden catalogarse con ese concepto. Asimismo, hay más de 1200 “candidatos Kepler”: cuerpos de los que solo se sospecha que también podrían ser planetas, de los cuales a su vez solo 250 tienen un tamaño similar a la Tierra.
Y así, conforme las probabilidades van reduciéndose, al parecer son solo 6 los cuerpos efectivamente habitables o, dicho de otra manera, que podrían albergar vida extraterrestre, confirmación dada en el Catálogo de Exoplanetas Habitables que elabora el Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico.