El cerco tiene espacio suficiente lo mismo para un auto que hasta para 30 personas, pero no queda claro si podrá ser utilizado para mantener ahí el comercio sexual o solo como un exhibidor callejero y un tanto precario para las sexoservidoras.
La idea surgió ya desde 2010, y entonces el vocero de la policía, Reto Casanova, la justificó diciendo que si bien las autoridades no podían erradicar la prostitución, al menos tenían que aprender a controlarla.
“Estamos hartos de verlas”, dijo un residente del lugar refiriéndose a las susodichas.
Por otro lado, Michael Herzig, del Departamento de Bienestar Social de Zurich, aseguró que estas estrcuturas también beneficiarán a las sexoservidoras, protegiéndolas de posibles ataques e incluso mejorando su negocio. “Con las mujeres en las cajas de sexo [sic] no habrá tiempo de traslado, así que pueden tratar con más clientes”, dijo.
La iniciativa viene acompañada de ciertos requisitos, pues para usarlas, en el caso de las prostitutas, estas tienen que estar inscritas en un seguro médico y pagar una cuota (5 francos suizos por cada noche, depositados en una máquina con reloj integrado).