Cuando la ciencia supone que ya ha encontrado casi todas las rutas para recorrer (y entender) el funcionamiento del cuerpo humano, surgen nuevos fenómenos neurobiológicos que ponen en jaque a los investigadores.
Un estudio realizado por la Universidad de Nueva York encontró que existen leves pero importantes diferencias entre la visión del hombre y de la mujer: Los hombres tienen mayor sensibilidad para detectar estímulos de movimiento rápido y las mujeres mayor capacidad para discriminar y diferenciar colores, por ejemplo.
Investigadores de la Universidad de Nueva York compararon la visión del hombre respecto a la de la mujer, llegando a la conclusión de que las diferencias entre ambos sexos estriba en la percepción de colores, espacios y movimientos.
Los voluntarios del estudio poseían una visión 20/20, para que las conclusiones del estudio resultaran de la manera más certera posible y no existiesen variaciones. Después de que observaron un espectro de colores distintos, se les pidió describirlos: existían diferencias en cuanto a la percepción. El hombre desplaza la visión, lo que le impide discriminar rápidamente los colores.
En otra prueba del estudio, los participantes observaron una imagen de barras claras y oscuras que mediarían la sensibilidad de contraste. La idea consistía en que la imagen se movería rápidamente para que tanto hombres como mujeres trataran de discernir la diferencia entre una barra y otra. Los hombres fueron más rápidos en diferenciar entre una barra y otra.
Según el encargado del estudio, Israel Abramov, la diferencia no radica en la estructura ocular, sino en la cantidad de andrógenos y de receptores en el cerebro, que son los encargados del procesamiento de imágenes. Los andrógenos también son responsables de controlar el desarrollo neuronal en la corteza visual durante la embriogénesis, lo que significa que los hombres tienen 25% más de estas neuronas en comparación a la mujer. ¿Hacen estas diferencias neurobiológicas que el hombre y la mujer vean distintos mundos?