"Sin música la vida sería un error", reza la conocida frase de Friedrich Nietzsche. Y en efecto: sin música, es probable que el mundo fuera el mismo lugar doloroso, triste y trágico que es, pero también sería mucho menos llevadero. O, por el contrario, sería ese lugar alegre y placentero que también es, pero quizá mucho menos estimulante.
Pero de alguna manera tampoco hace falta realizar sesudos ejercicios de imaginación para representarnos ese mundo donde la música jamás fue descubierta o inventada. Ahí están, para desgracia nuestra y suya, las personas sordas que nunca sabrán a qué suenan Mozart o The Beatles, Joy Division, Röyksopp, la música tradicional de cada región o incluso esa música aleatoria que un oído atento puede percibir dondequiera que se encuentre.
Recientemente un usuario de la red social Reedit, deafstoryteller, planteó una pregunta que por sus circunstancias personales causó un gran impacto y, además, reveló otro de los rasgos esenciales de la música: su capacidad para domar a las bestias y conmover aun a las piedras, para, en suma, sacar lo poco o mucho que de mejor existe en el ser humano. "Puedo escuchar música por primera vez, ¿qué debería escuchar?" ("I can hear music for the first time ever, what should I listen to?"), preguntó deafstoryteller.
Se trata de un joven que nació "profundamente sordo" (según cuenta él mismo) y solo hasta hace unos días, siendo ya un joven, recuperó el sentido del oído gracias a un implante. Lo primero que escuchó fue el sonido de sus zapatos contra la alfombra del consultorio médico donde se encontraba. Pero para el mundo un tanto más refinado de la música, deseaba llegar por una puerta mucho menos mundana.
"Toda mi vida vi personas que escuchaban haciendo el ridículo cantando su canción favorita o girando en la pista de baile. También vi personas que escuchaban conmovidas hasta las lágrimas por una sola canción. Eso fue para mí lo más difícil de comprender", relata el joven.
Una vez con su implante, un grupo de amigos cercanos, como hierofantes de un culto secreto y reservado, condujeron su iniciación musical, llevándolo de la mano de los Rolling Stones, Michael Jackson, Sigur Ros, Radiohead, Elvis y otras tantas leyendas de este universo. Pero su recién adquirida habilidad todavía se mostró torpe y de alguna manera insuficiente para navegar en tan vasto caudal. Hasta que Mozart acudió en su auxilio.
Cuando la Lacrimosa de Mozart llegó, quedé impresionado por su belleza. En un punto de la canción, me sonó como si los ángeles cantaran y súbitamente me di cuenta de que esta era la primera vez que podía apreciar la música. Las lágrimas corrieron por mi cara e intenté esconderlas. Pero cuando miré alrededor vi que no había un solo ojo seco en el auto.
Finalmente entendí el poder de la música.
En este punto poco podría agregarse. El poder de la música es justo ese: acercarnos al borde donde el lenguaje se revela insuficiente y no queda más que decir, como Hamlet, que el resto es silencio.
Si acaso vale la pena reseñar que en la pregunta de Reedit, deafstoryteller ha recibido más de 14 mil respuestas.
Si un amigo superara su sordera y escuchara musica por primera vez, ¿tú qué le recomendarías escuchar?