Szegedi es uno de los líderes del partido Jobbik, y en meses pasados tuvo desplantes en los que acusó a la clase política de su país de “judaizante”, y el presidente de su partido calificó a los judíos israelíes como “piojos, sucios asesinos”. Asimismo, su carrera política comenzó a ascender cuando fundó, junto con otros, la Guardia Húngara, una organización pro-nazi que incluso vestía con uniformes negros y portaba emblemas que recordaban a la Cruz Flechada, un partido que gobernó brevemente Hungría al final de la Segunda guerra mundial y que mató a cientos de judíos.
Para Szegedi las cosas comenzaron a cambiar hace poco, sin embargo, cuando aumentaron los rumores de que contaba entre su ascendencia con parientes judíos. Primero, en 2010, un reo lo confrontó con evidencia de sus raíces, pero por medio de un soborno el político intentó acallarlo. Los rumores aumentaron y en junio del año pasado se dio a conocer que su abuela era una superviviente de Auschwitz y su abuelo de los campos de trabajo nazis. Y más todavía: su madre misma era judía lo cual, de acuerdo con las leyes de la religión, hace de Szegedi un judío en toda regla.
Incapaz de sostener las ideas políticas que lo caracterizaban sin caer en una contradicción con sus propios orígenes, Szegedi renunció el mes pasado al partido Jobbik e incluso esta institución le pidió su curul en el Parlamento Europeo, aunque ante los medios aseguró que lo hacía no por sus raíces semitas, sino por una sospecha de soborno.
Ahora su futuro político es incierto, pero por lo pronto, el pasado 3 de agosto, Szegedi tuvo un encuentro con el rabí Shlomo Koves, ante quien supuestamente ofreció disculpas “por cualquier comentario hecho contra la comunidad judía”, y dijo que le gustaría viajar a Auschwitz para “ofrecer sus respetos a los mártires del Holocausto”.
[NPR]