Una investigación sin precedentes entre la Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH) y la Universidad Médica de Shenyang revisó 27 estudios y, excepto en uno, encontró fuertes indicaciones de que el flúor puede afectar negativamente al desarrollo cognitivo en los niños.
Se analizaron los resultados de IQ de 8 mil niños mayores de 14 años. A pesar de que sólo se encontró una pérdida de medio punto de IQ en promedio, si se vio que la exposición al flúor puede ser tóxica para el cerebro. Además, se percibió una relación directa, es decir, los niños que viven en áreas donde el agua es de un alto contenido de flúor obtuvieron resultados menores de IQ. Los investigadores especulan que cualquier daño pudo ocurrir a lo largo de su crecimiento y que el cerebro podía no recuperarse del efecto tóxico.
“El flúor parece adaptarse bien con el plomo, mercurio y otros venenos que causan daños químicos al cerebro” dice Philippe Grandjean uno de los autores. “El efecto de cada tóxico puede parecer pequeño, pero a gran escala, la suma de sus efectos y dentro de toda una población, es algo serio, especialmente porque la capacidad cerebral de la siguiente generación es crucial para todos”.