En una investigación publicada recientemente, científicos del Instituto de Ecología de Holanda y la Universidad Waningen encontraron que ciertos insectos graban en las plantas mensajes que luego otros recogen y decodifican.
Así, de acuerdo con Olga Kostenko y otros colegas suyos, los insectos son capaces de establecer un complejo sistema de comunicación que además es intergeneracional a propósito de asuntos como la alimentación. Así, por ejemplo, cuando un insecto come de una planta que resultó venenosa, en esta queda consignado un mensaje de prevención que otros miembros, tanto presentes como futuros, interpretan.
"Descubrimos que tras alimentarse de una planta, los insectos dejan un legado a través de cambios en los hongos del subsuelo. Estos cambios influencian el crecimiento y comestibilidad de las nuevas plantas en ese terreno y consecuentemente el crecimiento y posiblemente el comportamiento de los nuevos insectos que viven en esas plantas", declaró Kostenko al respecto.
Este increíble mecanismo de supervivencia recuerda un poco el llamado “dead drop” de los espías, el “buzón muerto” con el que dos personas involucradas en una misma misión podían intercambiar un objeto sin nunca entrar en contacto entre sí, solo acordando el sitio donde este se encontraría.
En la imagen, la hierba cana o hierba de Santiago (Senecio vulgaris), en la cual se realizó el descubrimiento, fotografiada por el usuario macfudge1UK de Flickr.
[BBC]