En una conversión sumamente elocuente y que quizá muchos quisieran que fuera mucho más habitual y repetida, una sucursal del gigante delos supermercados, Wal-Mart, que se encontraba en la ciudad texana de McAllen, cerró sus puertas y en su lugar la comunidad se organizó para convertir el edificio vacío en una biblioteca.
El hecho es especialmente significativo porque la cercanía con la frontera mexicana ha hecho de McAllen una ciudad riesgosa, cuya juventud se inclina entre la violencia y las drogas. De ahí la importancia que tiene, para la dinámica social, la construcción de la biblioteca de un solo piso más grande de Estados Unidos.
Por otro lado, si pensamos que una de las raíces que alimenta el problema del narcotráfico es este modelo económico que privilegia el consumo y la circulación de mercancías sobre la adquisición de bienes inmateriales y no necesariamente reductibles a un valor monetario, como lo es el conocimiento que se obtiene en los libros, entonces se trata de una sustitución que desde una perspectiva simbólica posee múltiples sugerencias de solución.
Además del acervo bibliográfico de la vieja Biblioteca Pública de McAllen (que en este nuevo recinto encontró una mejor disposición), los usuarios pueden disponer también de una moderna sala de cómputo y otros servicios afines.
[LA Times]