El paciente, de nombre João Simões, fue admitido al nosocomio desde agosto de 2011, pero sin derecho a los medicamentos que necesita y, además, con la prohibición de que una hermana suya lo visitara.
Según Simões, cuando ingresó al hospital una doctora adscrita al Departamento de Salud Comportamental y Psiquiatría de la institución le preguntó cómo había contraído el virus del VIH, a lo que el hombre respondió que “teniendo sexo sin protección”. “¿Relaciones sexuales con hombres?”, preguntó Susan V. Borja, a lo que Simões respondió afirmativamente. Borja salió entonces de la habitación y desde entonces el personal del Trinitas comenzó a ejercer contra él algunas acciones de discriminación, como negarle los medicamentos o las consultas médicas.
Uno de sus doctores, sin embargo, intentó interceder por él ante Borja, pero esta solo respondió que la enfermedad de Simões era “lo que se recibe por ir en contra de la voluntad de Dios”.
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