En un hallazgo sumamente sorprendente, que alimenta una multitud de preguntas, investigadores del Instituto Nacional de Investigación de la Propiedad Cultural de Japón, anunciaron el pasado viernes el descubrimiento de tres cuentas de vidrio en una tumba que data del siglo V, situada en las inmediaciones de Kyoto.
Lo extraordinario de estos objetos radica en que además de ser los más antiguos hasta ahora conocidos en suelo japonés fabricados en varias capas de vidrio, poseen en su composición química un material —el natrón, para fundir el vidrio— que caracteriza la manufactura realizada en el Imperio Romano.
Tomomi Tamura, uno de los investigadores involucrados en el descubrimiento, piensa que las cuentas fueron fabricadas en algún punto del Imperio y después enviadas al Lejano Oriente, a casi 10 mil kilómetros de distancia.