Dubai, la llamada "Disneylandia para adultos", es el emblema de una ambición fantástica que ha llevado lujos y excesos de confort a uno de los más áridos desiertos del mundo. Un paraíso artificial dentro de una burbuja financiera: cientos de edificios detenidos, con grietas y fugas, proyectos interrumpidos por la crisis. Casi todo se ha construido a través del crédito y la deuda supera el producto interno bruto; los grandes rascacielos, las islas artificiales o las pistas de esquí son las fachadas de una decadencia interna.
El fotógrafo Richard Allenby-Pratt, percibe el reverso inminente de esta ambición e imagina un mundo en el que la fragilidad de un sistema económico inarmónico con el medio ambiente ha provocado la desaparición o el éxodo humano. Permanecen los edificios abandonados como reliquias de un proyecto megalómano que ha tenido que abortarse; los animales han heredado la Tierra (¿son los animles de los exóticos zoológicos de este emirato que vagan entre la desolación?). La serie Abandoned imagina este futuro distópico con los animales como testigos silencios, desafectados entre los rescoldos.
Allenby-Pratt ha trabajado como fotógrafo de publicidad y diseño en Dubai, de esta experiencia seguramente obtiene la inspiración para desarrollar esta visión desesperanzadora que conjura, con un cuativador letargo visual, una sombra que se yergue sobre la fantasía descomunal que es Dubai.
Un par de hienas descansan al lado del muro de un conjunto habitacional que nunca acabó de construirse.
Antílopes pacen en el desierto aledaño a un rascacielos interrumpido.
Un puma recorre un hotel que se ha convertido en un laberinto de palmeras quemadas.
Un pavorreal por lo que parece ser el "club de playa" de un hotel abandonado.
Un perro salvaje africano contempla el horizonte en un terreno abandonado.
Zebras se confunden con las calles vacías.
Arruís (carneros de berberia) a través del arco de lo que parece ser una mansión inacacabada.
Un león parece reflexionar sobre el abandono humano desde el esqueleto de un edificio.