El 26 de marzo pasado el sacerdote irlandés Martin McVeigh se trasladó a la escuela primaria St Mary para ofrecer una plática a los padres sobre las confesiones futuras de sus hijos. Para tal fin, McVeigh llevaba consigo una memoria portátil que insertó en la computadora del lugar para comenzar la presentación. Pero para sorpresa de los presentes y desconcierto del presentador, el proyector comenzó a verter una cascada interminable de hombres desnudos en posiciones sugerentes, un cuantioso acervo de pornografía gay del que McVeigh dijo ignorar cómo llegó ahí.
Desde entonces la Iglesia Católica de Irlanda inició una investigación contra el religioso, buscando que lo sucedido pueda explicarse “legítimamente”.
“No sé cómo pasó esto, pero sé lo que pasó”, declaró por su parte McVeigh, quien se encuentra colaborando con los prelados irlandeses.
En cuanto a los testigos del bochornoso incidente, aseguran que el sacerdote se mostró visiblemente perturbado y nervioso cuando la pornografía gay apareció en pantalla, al grado de que no ofreció ninguna explicación ni disculpa y simplemente salió del salón.
Y si bien el público era predominantemente adulto, se dice que entre este se encontraba un niño de 8 años.
[Guardian]