Al ver por primera vez estas imágenes quizá se piense de inmediato en el surrealismo, y menos en el movimiento artístico como tal que en cierta estética, cierto estilo que convierte las escenas más cotidianas en puntos de quiebre entre la realidad y la fantasía, con la irrupción de elementos inesperados que, sin embargo, no son para nada inquietantes. Por el contrario: hay en esas imágenes cierto espíritu lúdico, casi pueril, que nos hace creer en su posibilidad efectiva, real.
El creador de estos panoramas oníricos es el artista ruso Alex Andreyev, quien desde la antigua capital del imperio, San Petersburgo, experimenta con diversas técnicas y recurso, tanto tradicionales como modernos, desde el trazo elemental de todo dibujante hasta software especializado, para obtener estos resultados.
Igualmente vale la pena hacer notar que a diferencia del surrealismo canónico, en la obra de Andreyev es notable la presencia de cierta ensoñación futurista, una imaginación volcada a escenarios hipotéticos en los que la tecnología convive ya inevitablemente con las escenas más habituales.
Contenido cortesía de Smirnoff México