Aunque pareciera que ver pornografía provoca un intenso involucramiento visual, lo contrario es cierto. Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gronigen en Holanda sugiere que ver porno en realidad desactiva la zona del cerebro encargada de procesasr estímulos visuales (Hay que aclarar esto no significa en ninguna medida que el porno te deja ciego o algún tipo de exageración alarmista, que seguramente podría empezarse a manejar lúdicamente).
Generalmente ver una película o realizar una tarea visual envía un considerable flujo sanguíneo a esta zona del cerebro. Sin embargo, cuando las películas son sexualmente explícitas esto no sucede. Entonces el cerebro releva la sangre de esa zona, enviándola a otra parte del cerebro, como una manera de ahorrar energía.
El uroneurólogo Gert Holstege le dijo a Live Science que cuando una persona realiza una tarea visual es importante mantener la concentración y por lo tanto activar la zona del cerebro responsable del procesamiento visual. "Pero cuando estas viendo películas sexuales explícitas, esto no es necesario, porque sabes exactamente lo que esta sucediendo. No es importante si la puerta es verde o amarilla". Claro al menos de que seas un hermenauta del porno y estés decodificando la semiótica subliminal de la industria del entretenimiento para adultos.
Lo importante de este estudio es que coincide con lo que se pensaba antes ya, de que el cerebro o está excitado sexualmente o está en un estado de ansiedad. Algo que podría explicar por qué las mujeres que tienen bajos niveles de deseo sexual generalmente tienen altos niveles de ansiedad.
En el estudio se hizo que un grupo de mujeres heterosexuales observaran tres videos mientras estaban conectadas a un escáner electroencefalográfico. En uno se mostraba la fauna marina del Caribe; en otro coqueteo previo y estimulación manual; y en el último sexo oral y sexo vaginal. Fue el tercer video el que produjo mayor excitación y desactivó zonas del neurocórtex visual.
Hostege concluye que la ansiedad, en este caso una preocupación visual del espacio circundante (posiblemente una herencia del peligro que en algún momento significó la naturaleza), acaba con el líbido.
"Si quieres tener sexo, como hombre, debes de producir una situación de seguridad para la mujer. Eso es lo más importante", dice Hostege. Ciertamente tiene sentido lo que dice este uroneurólogo holandés: la seguridad y la relajación son elementos fundamentales en la seducción y en el acto sexual.