“Títulos en busca de un guión”: frases circunstanciales en las que Stanley Kubrick vio películas

Los cuadernos de notas de un artista son uno de los atisbos más acabados a su cotidianeidad, una muestra amplia de su vida diaria en los que a pesar de la disparidad de disciplinas y temperamentos, tienen en común por lo menos una cosa: en todos ellos es posible comprobar que la mente del artista es por definición inquieta, atenta a los motivos que disparen un acto creador.

En este sentido, el reconocida cineasta Stanley Kubrick reunió una buena cantidad de frases que él consideraba “títulos en busca de un guión”: palabras oídas al paso en las que no sin humor vio condensada una posible película.

El asistente personal de Kubrick, Tony Frewin, fue quien dio a conocer estos títulos, añadiendo las circunstancias en que el director tomó nota de estos filmes potenciales.

Me casé con un armenio: Dicho con naturalidad por una mujer publicista. Stanley creía que este era un buen título para un musical estilo 1940 de la Warner Bros.

¡Si tan solo el Führer lo supiera!: Un dicho común en la Alemania de los años 30 siempre que alguien se equivocaba o hacía algo malo. Se usaba burlonamente con los ojos mirando hacia arriba.

Solo los ministros del Tercer Reich pueden usar tinta verde: Stanley leyó en alguna parte que esto era cierto. Pensaba que haría un buen programa doble con la película de 1971 de Wim Wenders, La ansiedad del goleador en el tiro penal.

Ataúd no incluido: Un thriller negro de los 40s. Cuando estaba buscando accesorios para la escena de la morgue en Ojos bien cerrados, obtuve un catálogo de una compañía que ofrecía salas y equipo para funerales. Una de las ilustraciones mostraba un funeral con un ataúd en el él. El pie de foto decía: “El Funeral Excelsior (ataúd no incluido)”.

En la colonia penetenciaria: No penitenciaria… ¿Kafka se encuentra con Marilyn Chambers?

Clubes nocturnos, morgues, hospital: Una comedia con Steve Martin.

El mago de Auschwitz: Una película sobre un campo de concentración con final feliz.

Kira, la chica del karaoke: Una película artística de bajo presupuesto en algún lugar de los Balcanes. Ríos de lágrimas. Final deprimente.

Dr Strangle-Glove: El título de Stanley malentendido por un técnico de los Estudios Shepperton mientras realizba la película [podría traducirse como Dr. Guante de Estrangulación]

Más “títulos en busca de guión” en este enlace.

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