La longevidad ha sido un bien ansiado por la humanidad desde hace milenios. La ciencia, la magia, y algunas otras disciplinas, le han dedicado cuantiosas energías a la persecución de este Caliz, sin que hasta ahora se haya encontrado, o al menos revelado, el cotizado secreto.
Fulla Nayak recientemente murió a los 125 años, en su natal Kanapur, Orissa. De acuerdo con algunos, ella era la mujer más longeva del mundo, razón por la cual uno de sus nietos solicitó, hace un par de semanas, un certificado del Libro de los Récords Guinness. Y antes de que falleciera, cuando se le cuestionó sobre su secreto para haber superado por 25 años el siglo de existencia, ella accedió a revelarlo: fumar marihuana con frecuencia.
Fulla Nayak, quien vivía con la menor de sus hijas, de 92 años, era famosa entre los demás habitantes el poblado, por el amor que profesaba, casi cotidianamente, a la ganja, además de su gusto por el jugo de palma y el te caliente.
Tal vez Nayak le podía dar una lección a Paul McCartney, quien acaba de anunciar que se fumará su último porro a los 69 años para proteger a su hija, en un razonamiento algo incongruente.