Los patrones fractales de los paisajes devastados por la sequía (FOTOS)

Como muchos fenómenos meteorológicos extremos, la sequía presenta una inquietante dualidad: por un lado es devastadora para un ecosistema y  sus habitantes y por otro lado labra un paisaje de alta estimulación estética. La atracción es la belleza de la iteración: la repetición evoca una imagen del infinito. El quebranto de la tierra sin agua, la desolación y la sed extensa dibujan sobre la superficie un orden, distópico y funesto, que mantiene una autosemejanza: las grietas dentro de los bloques toman la forma de la parcela de bloques de la que forman parte. Se teje un sistema fractal de fracturas, de cicatrices, de llagas telúricas.

En los últimos años hemos visto un incremento en las sequías a lo largo del mundo, ya sea por el cambio climático o por los efectos de nuevas técnicas de agricultura. Estas sequías son verdaderos infiernos para los agricultores locales y los animales de la zona. Pero al secarse la tierra se genera un hipnótico efecto de craquelado que podemos observar con ambivalente deleite. La belleza de la lenta muerte orgánica.

Fractales "neumáticos" de la sequía.

Como si la Tierra fuera a partirse y  revelar su corazón de fuego.

El lugar más seco del planeta es el desierto de Atacama, en Chile. Un lugar que ha sido usado para simular la superficie de Marte y locación preferida para observar el cosmos. Patrones de migración prehistórica muestran que esta región estuvo habitada  hace unos 13 mil años, luego fue abandona y registro nuevos pobladores hace unos 4,500 años.

Los terrores poéticos de la sequía: en Sudán el conflicto de Darfur se ha exacerbado por las décadas de sequía que han plagado al país. Una dura realidad que parece distante al observar esta imagen en la que el sol se refleja en la tierra creando, a la distancia, el espejismo de un paisaje marino que se pierde en el horizonte: una alfombra de oro. 

[Environmental Graffiti]

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