Uno de los paisajes naturales más privilegiados que puedan imaginarse, la sublime convivencia entre una erupción volcánica y auroras boreales, se registró recientemente en Islandia. Hace pocos días, el volcán Fimmvˆruh·ls, uno de tantos que se encuentran en esta enigmática isla ubicada al noroeste de Inglaterra, hizo erupción. Y si el presenciar la ignea violencia de uno de estos gigantes, representa de por si un espectáculo inolvidable, la conjunción de este suceso con la angelical presencia de las auroras boreales, alcanza un grado de estética tal, que fácilmente podría desquiciar a quien lo presencie.
Afortunadamente el fotógrafo James Appleton, mantuvo no solo la cordura, también el profesionalismo, y aprovechó el momento para capturar una extensa serie de imágenes, documento visual de una convivencia poco usual entre dos de los fenómenos naturales más increíbles a los que puede tener acceso la mirada humana: ríos de lava desdoblándose contra la femenina y policromática sutileza de las auroras.