Fue un 18 de febrero de 1994, cuando Charles Bukowski instaló, por primera vez, un teléfono con fax en su hogar. Poco tiempo le tomó escribir un breve poema y enviárselo a su agente, tal vez como un coqueteo inicial con este nuevo dispositivo. Apenas 18 días después, Bukowski murió a los 73 años, víctima de leucemia, en California. Afortunadamente, su primer encuentro con la entonces nueva tecnología, quedó inmortalizado en el siguiente poema, el último que escribiría.