En estos momentos en que Siria atraviesa por una situación difícil, el colectivo de hacktivistas Anonymous se infiltró en las cuentas de correo electrónico oficiales de altos funcionarios del gobierno.
Esta vez, sin embargo, el ataque no requirió de avanzados sistemas de desciframiento, pues al menos la contraseña del presidente Bashar al-Assad resultó de una facilidad sorprendente y un tanto inesperada para tan importante cargo: 12345. Serie elemental (pero, paradójicamente, de uso frecuente) que se repitió en otras dos cuentas de personajes cercanos a Assad, su Ministro de Asuntos Exteriores, Mansour Fadlallah Azzam, y su consejera de medios, Bouthaina Shaaban.
En cuanto a los correos obtenidos, destaca uno en que la representante del gobierno sirio ante las Naciones Unidas, Sheherazad Jaafari, aconseja a Shaaban y otra consejera sobre lo que el presidente debería decir a los medios estadounidenses, asegurando que "su psique puede manipularse fácilmente cuando escuchan que se cometieron ‘errores’ que ahora estamos ‘arreglando’”. Jaafari dice además que podría ser buena estrategia mencionar “lo que está pasando en Wall Street”, haciendo hincapié en que las protestas fueron disueltas con policías, perros policías y a golpes.
[Mashable]