Como una lección más de la naturaleza paradójica, contrastante, impresa en todo fenómeno, cada vez que se registra una tormenta solar, y en particular una con la intensidad de la que se consumó este 22 de enero, se detonan majestuosos desfiles de entidades policromáticas: las auroras boreales.
No deja de resultar curioso que uno de las presencias aparentemente más amenazantes en la actualidad, las grandes erupciones solares, terminen desdoblándose en uno de los fenómenos visualmente más hermosos a los que podemos acceder.
Hace unos días investigadores registraron la mayor erupción solar detectada en los últimos siete años. Este suceso provocó una monumental erupción solar, la cual a su vez derivó en un explosivo carnaval de auroras. Y afortunadamente para los que no vivimos en las privilegiadas latitudes norteñas que disfrutan de las auroras, muchos fotógrafos amateur y observatorios documentaron los destellos del poema astral:
Lee Jennings Cresswell - Beach Northumberland, Inglaterra.
Aurora webcam - Suecia
David Breen - Newcastle Upon Tyne, Inglaterra.
Aberdeen, Escocia.
Jason Ahms - Poker Flats, Alaska.
Graham Scott - Aberdeenshire.
Lawrie Dryden - Kinloss