Sin duda las grandes casas diseñadoras siempre intentan transformar, a su modo, el mundo al cual pertenecen, tratando de dejar una impronta indeleble en ese ámbito que muchos considerarán frívolo y superficial que es el mundo de la moda.
De esa ambigüedad participa este objeto que presentamos ahora, un condón auspiciado por la firma francesa Louis Vuitton y diseñado por Irakli Kiziria, arquitecto de la República de Georgia que si bien no trabaja para la firma, pensó que sería un buen detalle lanzarlo el Día Mundial del SIDA y ayudar así a la fundación estadounidense amfAr, dedicada a la investigación de dicho padecimiento.
Pero más allá de los fines altruistas del producto (cuyo precio, se dice, será de casi 70 dólares), este preservativo nos mueve en Pijama Surf a preguntarnos por las características únicas que lo distinguirían de uno común y corriente adquirido en la farmacia de la esquina, si acaso esas marcas que se ven en su textura, el sello de autenticidad de la firma, marcarán una diferencia en el momento de necesidad, o si solo se trata de un símbolo más del oneroso vacío que rodea a muchos de los productos del lujo contemporáneo.