Ahora un estudio llevado a cabo en el Reino Unido encontró que en 92 de cada 100 superficies de uso público para cambiar el pañal de los bebés (situadas sanitarios de cines, restaurantes, centros comerciales, etc.) pueden hallarse restos de cocaína.
La investigación la realizó un equipo de periodistas de Real Radio, y las pruebas se realizaron en centros comerciales, hospitales, estaciones de policía, juzgados, iglesias, supermercados y tiendas departamentales. Asimismo, la publicación de estos resultados se da apenas unos días después que se otorgara al Reino Unido el título de “capital europea de la cocaína”.
Si el dilema fuera por la higiene, cabría preguntarse qué es menos agresivo para la salud: ¿poner el trasero de un bebé recién defecado en la tabla donde otro aspiro cocaína o poner las narices en la tabla donde pasó un bebé recién defecado?