Las aterredoras y fabulosas esculturas de taxidermia de Enrique Gomez de Molina requieren para su elaboración de animales exóticos algunos de los cuales están en peligro de extinción, por lo cual este popular artista de Miamia podría pasar hasta 5 años en prisión y ser multado por más de 250 mil dólares.
Gomez de Molina es acusado de contrabando de cobras, orangutanes y babirusas, un ratón venado y un ave de paraíso y se ha declarado culpables de estos cargos; sin embargo, el juicio averiguará si Gomez de Molina hizo esto sabiendo que estos animales eran ilegales o no. Al parecer Gomez de Molina en su delirante creación artística no pudo conformarse con utilizar animales comunes y recurrió para sus híbridos a especies raras.
El artista Gomez de Molina había promovido su arte como un medio para reflexionar sobre la destrucción que el ser humano ha causado sobre el medio ambiente y los peligros de la ingeniería genética.