Entre el deporte extremo y el placer sensual, un grupo de entusiastas de los jacuzzis se suspendió 150 metros de altura, colgando del puente Gueuroz en Suiza. Los 25 participantes de esta tina caliente construida in situ y calentada a 38 grados pasaron una mañana soleada con vista a un abismo arborescente tomando champagne, comiendo tarta y disfrutando de un sexy vértigo entre dobles burbujas.
Estos radicales aficionados al jacuzzi busca llevar estas plataformas a los lugares más remotos del mundo para pasar un buen rato. Una de sus hazañas anteriores más celebrada fue montar un jacuzzi en la cima del Mont Blanc a 4807 metros de altura, donde también descorcharon botellas de champagne y disfrutaron en traje de baño de un espectacular vapor en medio de la majestuosa nieve de los Alpes.
El proyecto de "ocupación termal efímera" con sus jacuzzis extremos puede consultarse aquí.