El simbólico toro de la testosterona desmesurada que caracteriza a los corredores de bolsa cuando navegan olas de confianza será "tomado por los cuernos" este 17 de septiembre cuando miles de personas tomen las calles a las fueras de la bolsa de valores en Manhattan, Nueva York. La convocatoria, encabezada por Adbusters y Anonymous, espera reunir a 20 mil personas dispuestas a acampar hasta por meses para mostrar su indignación ante la mafia financiera que juega monopoly con el mundo.
El llamado contempla también una manifestación paralela en diferentes países en contra del sistema financiero global, con ecos en Madrid, Canadá, Italia y otros.
El responsable de la convocatoria, el editor de Adbusters Kalle Lasn, declaró en una entrevista:
“Los jóvenes de Estados Unidos están sufriendo, se han dado cuenta de que no tienen futuro. Es el momento en que se rebelen contra las fuerzas económicas de Wall Street", de "tomar los centros mundiales del capitalismo y quitarle el poder a la gente que controla el ‘teatrillo’ en el que se ha convertido el sistema financiero internacional. Esperemos que nuestra convocatoria sea el terremoto que haga que esta idea se propague por todo el planeta".
"Los republicanos y los demócratas son como la Pepsi y la Coca-Cola, se reparten el mercado y no permiten que nada cambie. Necesitamos pasión para cambiar las cosas", dice Lasn.
Inspirados por los movimientos sociales de la primavera árabe, los manifestantes estadounidenses se enfrentarán contra el poder económico que controla el orbe, en una de las más interesantes acciones civiles de años recientes —si esta no es cooptada o disgregada por las autoridades.
"La idea es permanecer allí, para que este no sea un evento de un solo día. Queremos que Wall Street sea como la Puerta del Sol o la plaza de Tahrir (El Cairo, Egipto). Espero que los jóvenes estadounidenses puedan ocupar el centro financiero durante semanas o incluso meses hasta que se abra el debate político", dice el editor de Adbusters.
Habrá que ver hasta dónde llega esto y hasta qué punto la protesta ejerce una verdadera influencia que pueda llevar a un cambio y no a una nueva simulación. Recordemos que los políticos y corporaciones encumbradas en el poder son expertos manipuladores de la opinión pública, contando con el apoyo de agencias de inteligencia que suelen infiltrar movimientos populares y sesgarlos a su favor.