A la fiesta, que no deja de ser un frívolo recurso de marketing alrededor de un suceso que millones de personas toman, desde hace años, con seriedad, incluso con dramatismo, serán invitadas entre 1,200 y 1,500 "personas importantes" (VIP's) con el fin de sortear el cataclismo o, en caso de sucumbir a pesar de la protección subterránea que les cobija, al menos participar en la última gran orgía de esta era.
Gradualmente se irán revelando los avances de la construcción de este recinto que ha sido catalogado por la gente de Pink Visual como "el búnker más cool del mundo". Y de acuerdo con el portavoz del estudio, el primer reto es garantizar el oxígeno de tantas personas (muchas de las cuales seguramente estarán respirando a un ritmo intenso) y así evitar que la prometida orgía termine convirtiéndose en un suicidio masivo.