A pesar de que esta práctica ha sido internacionalmente repudiada y denunciada por múltiples organizaciones ambientalistas, todo parece indicar que una vez más se repetirá el cruel ritual que se lleva a cabo en un poblado costero de Japón: la masiva matanza de delfines. Esta temporada de caza inicia el primero de septiembre y se prolonga hasta abril.
Cada año los pobladores de Futuo se lanzan al mar y acorralan a miles de cetáceos en la ya famosa cala de Taiji. Una vez "capturados", muchos resultan aniquilados para extraer su carne, a los más afortunados los mantienen vivos para venderlos a parques acuáticos alrededor del mundo. Entre las especies victimadas se incluyen pequeñas ballenas y delfines de varias especies como delfines mulares, rayados, moteados, falsas orcas y ballenas piloto de aleta.
Anualmente el gobierno japonés autoriza la caza de alrededor de veinte mil delfines, de los cuales poco más de un 10% son cazados en Taiji.