Las culturas originarias de lo que ahora es Estados Unidos se han unido al pueblo Wixarika (huichol) en su esfuerzo por proteger la zona sagrada de Wirikuta, en el desierto de San Luis Potosí, luego de que el gobierno mexicano otorgara 22 concesiones para la explotación minera de esta zona a compañías transnacionales.
Desde febrero de este años los pueblos los pueblos Lakota, Navajo, Chippewa, Cree, Coahuilteca y Chichimeca se unieron a la lucha manifestando su apoyo a la nación Wixarika. Y ahora la Iglesia Nativa Americana de Norteamérica (NACNA) ha redactado una carta dirigida a Felipe Calderón en la que solicita su intervención para frenar las acciones mineras en Wirikuta, "El Desierto de la Luz", tierra del venado y del peyote.
En el último párrafo el presidente de la NACNA, Earl Arkinson, expresa lo siguiente:
«El significado de la Reserva Cultural y Ecológica de Wirikuta no puede ser minimizado. Espero que el gobierno mexicano reconozca su deber y aproveche esta oportunidad para tomar acciones preventivas para que este tesoro histórico, espiritual y ambiental sea preservado. La Reserva de Wirikuta es un recurso precioso para el pueblo mexicano y una demostración del compromiso mexicano a los derechos, la preservación cultural e histórica, y la protección ambiental. Gracias por tomar los pasos necesarios para prevenir su profanación».
[Frente en Defensa de Wirikuta]