"Muchas de las grandes farmacéuticas han cerrado sus investigaciones sobre antibióticos porque curan a la gente, y lo que estas empresas quieren es un fármaco que haya que tomar toda la vida. Puedo sonar cínico, pero las farmacéuticas no quieren que la gente se cure", ha enfatizado.
Steitz habló en el Congreso Internacional de Cristalografía, celebrado en Madrid, sobre su investigación de un nuevo antibiótico para combatir cepas de la tuberculosis que se dan particularmeente en el sur de África. Pero como suele suceder, se necesita una fuerte inversión para desarrollar este antibiótico y las farmacéuticas prefieren invertir en medicamentos para toda la vida que puedan seguir vendiendo a la población africana.
Por el momento, según Steitz, estos nuevos antibióticos son "solo un sueño, una esperanza, hasta que alguien esté dispuesto a financiar el trabajo".
No es exagerado decir que las farmacéuticas se dedican a la industria de la muerte lenta, manteniendo a los enfermos enganchados a sus medicamentos como drogas —hasta que finalmente mueren.
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