Los murciélagos vampiros se limitan a América Latina, pero ciertas investigaciones sugieren que estos animales se están extendiendo hacia el norte, quizás siguiendo el sueño hollywoodense de las películas de vampiros. Se cree que su inmigración estaría relacionada con el calentamiento global y podría afectar sobremanera la ecodinámica del sur de Estados Unidos.
Científicos venezolanos han detectado que los murciélagos vampiros son capaces de detectar calor para cazar a sus presas usando sensores infrarrojos que apuntan a la concentración de sangre más cercana. En este sentido estos murciélagos, como los vampiros de la mitología, son también letales cazadores de sangre.