Dadara puede ser una persona (Daniel Rozenberg) o un universo mágico donde los niños tienen capital ilimitado y se deslizan por resbaladillas de pasteles iridiscentes. La hipérbole de la policromía, de los tonos suaves y sus naves, se materializa con diseños a veces aborígenes-cyberpunk-osos-cariñosos-del-espacio-sideral (como los mandalas coloreados por un niño índigo en mañanas epifánicas en las que el sol se prismatiza en su tercer ojo).
La serie 'Last Train to the Inevitable Beyond' invita a reflexionar sobre el dinero, como una generatrix, como una potencia, pero también como un falso ídolo ("la raíz de todo mal"). Y en contraparte, la imaginación como un caudal aún más fértil que pude crear, más allá, mundos abundantes, pletóricos y resplandecientes, capaces de satisfacer nuestros sueños. Como una versión de lo que José Argüelles llamaba la ley del tiempo (el tiempo como arte y no como dinero). El "Departamento de Seguridad Onírica, esa compañía ilimitada, garantiza una segura navegación por las siempre deliciosas dimensiones del éter (el polvo inmaterial de la eternidad).