El Dr. Peter Gasser dijo en una carta que después de 30 sesiones (22 con dosis de 200 mg de LSD y 8 con una dosis de placebo) "no se encontraron efectos secundarios, tales como experiencias psicóticas, crisis suicidas, flashbacks o ansiedad severa. Lo cual significa que el LSD puede ser usado en un tratamiento de manera segura en el marco de condiciones clínicas controladas".
Los pacientes que tomaron LSD mostraron cambios importantes en la forma en la que percibían su enfermedad, se dijeron más conscientes de lo "importante" y "significativo" en la vida y se sintieron también más relajados para afrontar su inminente y prácticamente inevitable deceso. Recordemos que el escritor Aldous Huxley escogió, notablemente, recibir la muerte con una inyección de LSD para surfear hacia el Moksha en una tabla lisérgica.
"En los próximos 10 o 15 años, los potenciales beneficios del LSD estarán legalmente disponibles con recetas médicas para psicólogos y psiquiatras sin las asociaciones contraculturales, los miedos exagerados y la mitología de la cura con una sola dosis", dijo el director de MAPS, Rick Doblin.
En los últimos años ha surgido una especie de renacimiento de la medicina psicodélica, con diferentes estudios con sustancias como la psilocibina, la ketamina o la ayahuasca. Pijama Surf ha publicado una extensa compilación de este fascinante tema: Guía de medicina psicodélica.