Al otro lado del portal, de aquel que separa al vórtice de fuego del resto de las realidades, se devela uno de los paraísos naturales más enérgicos e impactantes: el paraíso de lava. Colores vivos que se desdoblan acompañados de temperaturas extremas, un ineludible aroma a peligro permanente, y majestuosa y cruda estética, así son, ni más ni menos, las entrañas del volcán Nyiragongo.
Ubicado al interior del Parque Nacional de Virunga, en la República Democrática del Congo, el cráter principal del Nyiragongo, mide más de dos kilómetros y generalmente está coronado, como ombligo ígneo, de un espectacular lago de fuego. Y el tamaño de este mar de fuego le ha valido ser considerado el mayor lago de lava, el más voluminoso, de los que se tiene registro en la historia moderna. Un dato que permite dimensionar la explosiva virilidad de este volcán es el hecho de que, junto a su hermano Nyamuragira, son responsables del 40% de las erupciones volcánicas registradas a lo largo de la historia de todo el continente africano.