Curiosamente aquellos que dedican una o dos horas más de trabajo a su jornada laboral, es decir nueve o diez horas laborando, no denotaron consecuencias físicas, pero los más apasionados o los más esclavizados, aquellos que rebasan las diez horas diarias de labores, demostraron tener 67% más riesgos de contraer un paro cardiaco durante los próximos doce años de su vida.El estudio consistió en monitorear a siete mil ciudadanos británicos, de entre 39 y 62 años, que comenzaron a laborar entre 1991 y 1993. Al comienzo del estudio ninguno mostraba problemas cardiacos.
Los investigadores monitorearon al grupo de voluntarios quienes fueron analizados cada cinco años hasta el 2004, enfatizando en el comportamiento cardiaco de cada uno de ellos. Al final del estudio, se registró la muerte de 29 de los participantes, mientras que 163 habían sufrido al menos un ataque al corazón. Y este último sub-grupo se distingía por trabajar excesivamente, en particular entre aquellos que rebasaban las jornadas laborales de diez horas.