En un fenómeno que bien podría corresponder a un suceso de poesía primaveral, con una lluvia de polen acariciando la superficie urbana de Tokio, o por el contrario, a una consecuencia de los problemas en cuatro plantas nucleares de Japón a causa del reciente terremoto, lo cierto es que la población de la capital japonesa se ha mostrado alarmada ante una extraña lluvia amarilla. El extravagante fenómeno de algún modo recuerda a un suceso similar que se registro en Chernobyl tras el histórico desastre nuclear en 1986.Curiosamente, en ese entonces, las autoridades rusas también afirmaron que se trataba de una simple lluvia de polen pero posteriormente se confirmó que en realidad eran residuos tóxicos liberados tras la ecplosión de los reactores de la planta de Chernobyl.
La Agencia Meteorologica de Japón recibió cientos de llamadas de alarmados ciudadanos reportando la caída de una lluvia amarillenta y pronto se apresuró a declarar a través de algunos de los principales diarios que simplemente se trataba de un exceso de polen floral en la atmósfera. Sin embargo, la permanente tensión que se vive en Tokio y otras ciudades cercanas a las plantas nucleares, sumado al antecedente de Chernobyl, ha provocado que muchos duden de la explicación oficial y están atentos a las posibles consecuencias de este evento.