En un principio, el hombre de 61 años llamó a la policía sumamente extrañado de la ausencia de sus dedos a las 3 de la mañana, describiendo un caso de terror surrealista a la policía.
El veterinario de Roseburg luego determinó que el perro se había comido los dedos intentando deshacerse del tejido muerto de su dueño, probablemente atraído por el pie infectado de su dueño y de esta forma evitando que la gangrena se esparciera por todo su pie y pierna. El sitio Disinfo señala que este no es el primer reporte similar.