Aunque aún no es plenamente aceptada esta teoría, lo cierto es que cada vez más científicos la están tomando en cuenta, ya que se perfila como la explicación más convincente para entender el funcionamiento del olfato humano, y pronto podría ser respaldada por un grupo considerable de investigadores. Aparentemente nuestro sentido del olfato se detona a partir de estímulos energéticos que actúan sobre las moléculas que componen nuestra membrana nasal. Pero para ilustrar mentalmente esta dinámica lo más conveniente resulta recurrir a algunos preceptos cuánticos.
De acuerdo con esta hipótesis, para entender el olfato es necesario remitirnos a la física cuántica. Al parecer los aromas viajan a través de pequeños paquetes de energía, llamados quantas o quantum, y que son liberados de electrones. Los más recientes experimentos muestran que durante el movimiento, los electrones se desplazan sobre proteínas ubicadas en la nariz, y las moléculas odoríficas podrían absorber estos quantum y así detectar un aroma específico. Las moléculas pueden percibirse como una colección de átomos sobre una superficie de resortes y energía que vibra a la frecuencia correcta puede inducir movimiento en dichos resortes (y por lo tanto haciendo perceptibles los paquetes de energía aromática).
[BBC]