En un cóctel de viralización, comedia y sabotaje, una joven australiana tuvo que cancelar lo que iba ser una "pequeña fiesta de cumpleaños", celebrando sus "dulces dieciseis" luego de que más de 200 mil personas confirmaran asistencia a este evento en Facebook.
La joven Jess del barrio de Chatswood en Sydney había dicho a sus amigos en la página del evento que no tenía "tiempo para invitar (personalmente) a cada uno" y por ello les pidió que lo comunicasen a otras personas. "Es una fiesta abierta, con la condición de que no se escape de las manos", rezaba la invitación de la joven. Al parecer un chico llamado Corey Worthington con bastante poder de convocatoria y manejo viral de la red, que ha sido acusado por la policía de sabotear la fiesta, se tomó esto al pie de la letra, porque en una horas ya habían más de 20 mil personas invitadas, de forma desmedida realizando el sueño de popularidad de toda adolescente. Al final el evento iba necesitar un foro superior al del estadio olímpico de su ciudad.
Incluso, según reporta el Daily Telegraph, se han puesto a al venta camisetas con el nombre de la niña y la fecha de la fiesta.
Varios de los asistentes que viralizaron el evento comentaron en el evento con fotografías de perfil del grupo de hacktivistas Anonymous.
El inspector de policía Peter Yeomans montó una guardia en la casa de la familia de Jess ya que juzgó que el enorme número de invitados, aunque la joven había cancelado el evento, hacía peligrosa la situación.