Luces que han estado aquí desde el nacimiento de la luz. La noción de una luz del pasado toma un nuevo significado bajo un reciente estudio basado en una simulación computarizada que sugiere que las primeras estrellas del universo podrían todavía estar brillando en nuestra galaxia después de 13.4 mil millones de años de haberse formado.
Anteriormente se creía que las primeras estrellas eran todas gigantes que se habían consumido en sus primeros millones de años, pero la nueva simulación realizada por Paul Clak de la Universid de Heidelberg muestra que las nubes de gas en los albores del universo pudieron haber forjado varios embriones estelares y no sólo uno. Los infantes estelares en cada nube estaban cerca en el espacio y su gravedad mútua pudo haber impulsado al embrión de menor masa fuera del grupo –antes de que estas incipientes estrellas pudieran crecer a ser una estrella masiva, lo cual significa una corta vida, brillando mucho demasiado rápido, como una de esas estrellas de rock que mueren jóvenes.
Varias de estas estrellas expulsadas de poca masa podrían haber sobrevivido hasta hoy si lograron acumular menos del equivalente del 80 por ciento de la masa del sol de su nube natal.
Si algunas de estas estrellas primordiales sobreviven hasta hoy se necesitaría un telescopio excepcionalmente poderoso para observarlas ya que su brillo sería sumamente palido. Solo una imagen espectral de alta resolución podría distinguir a estas estrellas, las cuales sólo estarían formadas por helio e hidrógeno.
Aunque esta simulación no está cerca de ser concluyente, de existir estas estrellas primordiales serían depositarias de casi toda la historia del universo –el cual se calcula tiene 13.7 mil millones de años- en el entrelazamiento cuántico de su luz estarían enlazados todos los fotones del universo, estrellas ventanas a la memoria cósmica indeleble.