El periodista del New York Times, Jonathan Franklin, quien tuvo acceso a información de primera mano sobre las vivencias que experiementaron los 33 mineros que permaneceieron atrapados durante 69 días, ha revelado en su nuevo libro algunas curiosidades que hasta ahora se habían mantenido en silencio a pesar de la extensa cobertura que los medios del mundo le dieron a este suceso. Entre otros datos, Franklin revela que los familiares de los mineros chilenos enviaron algunos manojos de marihuana para que pudiesen consumirlos y así aliviar la obvia tensión que reinaba entre ellos. Aunque de acuerdo a algunas crónicas, la cannabis no siempre relajó el ambiente ya que hubo un par de ocasiones en que, por el contrario, alimentó la paranoia colectiva.
Otro de los datos curiosos fue la posibilidad de enviarles muñecas inflables para desquitar la tensión sexual. Incluso un hombre se ofreció para donar diez muñecas sexuales. Sin embargo, los médicos y psicológos que estaban apoyando las labores de rescate decretaron que no era buena idea ya que eventualmente la disputa por las muñecas podría generar violencia entre el grupo. A cambio, les fue enviado material pornográfico para que pudiesen inspirarse en las tinieblas subterráneas y evacuar un poco de energía vital buscando desahogar tensión. "Sin embargo la mayor necesidad de los hombres era el sexo y los doctores trabajaron para ver cual era la mejor forma de saciar el creciente deseo sexual" afirma el autor del libro. "Pero dije o 33 o ninguna. de otro modo estarán peleando por las muñecas inflables, de quién es el turno? ¿Quién fue visto con la chica de quién? O, estás coquetando con mi muñeca inflable" aseguró el Dr jean Romagnoli.